Las diferencias principales residen en su tamaño siendo una raya grande capaz de medir los 2 m. mientras que la mantarraya (o manta gigante-Manta Birostis) ronda los 9 m. La mantas y peces raya pertenece al mismo grupo que los tiburones.
También se distinguen en su boca pues en la primera esta se ubica en la parte inferior de su cuerpo que, al pasar a modo de barrido por el fondo, extrae los crustáceos u otros alimentos. Sin embargo, en la mantarraya la boca es mucho más grande y la encontramos en la parte delantera. Esta última se alimenta de plancton.
Por ello es frecuente ver a las rayas grandes cerca de los fondos arenosos o enterradas en estos para protegerse de los depredadores, y a las mantasraya nadando cerca de la superficie mientras filtra el agua de la cual obtendrá su preciado alimento. (1a Imagen arriba a la Izquierda: Mantarraya o manta gigante con rémora -peces que acompañan también a los tiburones y se aprovechan del alimento de estos y de su protección- en su parte inferior)
Las rayas como sistema de defensa poseen un aguijón venenoso en la cola. Dicho aguijón no aparece en las mantasraya. La mayoría de rayas no son venenosas pero existen algunas familias que sí lo son. Las picaduras de raya producen una punción dolorosa que aumenta a lo largo de los 30-60 min. Y aunque en los humanos no suele ser mortal su picadura sí crea sudores, palidez, diarreas, vómitos, nauseas, alteraciones del ritmo cardíaco…
Como datos curiosos a saber, las rayas que poseen aguijón son vivíparas y su descendencia nace también con aguijón y con veneno. De nuevo la naturaleza vuelve a sorprender y todo ocurre para que el “engranaje” siga funcionando. En este caso, para mantener el equilibrio de dicho “engranaje”, la cola de estas crías, que podrían dañar con su picadura a la madre, no es del todo consistente, es muy flexible… y solo adquiere la consistencia necesaria para que su aguijón funcione al entrar en contacto con el agua.
La mantarraya y el tiburón ballena, a pesar del gran tamaño de ambos, son animales pacíficos, tranquilos…de lento desplazamiento; característica esta que agrada y facilita la labor de los buceadores que disfrutan de tan increíble experiencia. Podemos disfrutar de la mantarraya en todos los mares tropicales del mundo, en las aguas litorales cercanas a la costa al igual que en mar abierto.
De la misma manera la raya es un animal sociable y curioso. Muchos son los buceadores que han relatado la experiencia de verse rodeados por estas criaturas como “un grupo de perros lamiendo las manos y gimoteando”….para pedir las “golosinas” que estos les ofrecían.