jueves, 27 de noviembre de 2008

Criaturas misteriosas




Habitan en mares de aguas templadas a lo largo y ancho del mundo. Pueden llegar a medir 8,4 metros, y pesar alrededor de ¡1.400 kilos!. Aún en muchos aspectos es una total desconocida para el hombre... de hecho es muy probable que sean las criaturas más misteriosas del océano.
Posee un método de defensa muy particular, el cual consiste en un aguijón venenoso ubicado en el primer tercio de la cola.


Y aún cuando los humanos no tiene que preocuparse de ser atacados por mantarrayas, deben ser muy cuidadosos cuando entran en contacto con una de ellas. Son animales que han adaptado su vida a los fondos de arena cercanos a la costa. Suelen permanecer enterradas en esos fondos, para esconderse de los ataques de los predadores. Pero así y todo quedan muy expuestas. Es por eso que éste "ingenioso" animal - ¡la famosa mantarraya!- ha diseñado un método de defensa, el cual consiste en un aguijón venenoso ubicado en el primer tercio de la cola.


Sólo dos familias de rayas poseen este aguijón, el cual tiene una punta sumamente filosa y tiene los lados aserrados, y se ha llegado a definir como "un estilete colocado sobre un látigo".
El aguijón es reemplazado por otro cada cierto tiempo y eso explica porqué algunas rayas presentan dos o tres aguijones.


El veneno es producido por un tejido glandular situado en dos surcos paralelos ubicados detrás del aguijón que suele ser proporcional al tamaño de la raya.
En la raya australiana, que llega a medir dos metros de punta a punta de las aletas y a pesar 340 kilogramos, el aguijón alcanza 30 cm. de longitud. Aún cuando los humanos no tiene que preocuparse de ser atacados por mantarrayas, deben ser muy cuidadosos cuando entran en contacto con una.



Fue una de ellas la que atacó al famoso conductor de Animal Planet, el ambientalista australiano Steve Irwin, estrella de la televisión ecológica internacional. Irwin falleció a los 44 años, producto de un colapso luego de ser picado en el pecho por el animal. Esto sucedió mientras realizaba una expedición de buceo en Batt Reef, cerca de la isla Low, a unos 2.100 kilómetros al norte de Brisbane, capital del estado Queensland, al oeste de Australia.



Steve, quien siempre se exponía acercándose a los animales, esta vez se puso encima de la raya venenosa, y la púa de ésta le atravesó el pecho y le hizo un agujero en el corazón. Un helicóptero con rescatistas acudió hasta el lugar cuando el equipo del ambientalista activó la alarma, pero al llegar Irwin ya estaba muerto.



En esa zona, donde él vivía, Irwin fundó un zoológico. También había creado una fundación para la preservación de la fauna salvaje, Wildlife Warriors Worldwide, y patrocinado un hospital para animales silvestres.




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